JUSTICIA

Condenan a un centro de cirugía plástica de Santander por no informar de los riesgos de un aumento de mamas

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La paciente, que tenía 22 años en el momento de la operación, también se sometió a una abdominoplastia y percibirá más de 30.300 euros

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El Juzgado de Primera Instancia número 6 de Santander ha condenado a un instituto de cirugía plástica de esta ciudad a indemnizar con 30.361 euros a una chica por las secuelas que le quedaron tras someterse a un aumento de mamas, ya que no se le informó debidamente de los riesgos de la operación.

Tras la intervención quirúrgica, en mayo de 2006, la paciente, que tenía por entonces 22 años, presentó 'doble surco' o 'doble burbuja' en una de las mamas, deformidad que no pudo corregirse en sucesivas operaciones.

Según la sentencia, difundida este martes por el Defensor del Paciente y recogida por Europa Press, la joven --que también se sometió a una adominoplastia-- no recibió información "suficiente y adecuada" sobre los riesgos y complicaciones de la operación del aumento de mamas.

En el caso de la abdominoplastia, la paciente fue correctamente informada, ya que se le expresó "claramente" y se le incidió en el riesgo de que surgieran problemas con la cicatriz, como finalmente ocurrió.

La joven se sometió a tales intervenciones por el complejo que padecía por el escaso desarrollo de sus mamas, especialmente la derecha, así como por el aspecto que ofrecía su abdomen.

Antes de la operación, se le diagnosticó asimetría mamaria y mamas tuberosas, y se le advirtió de que esto supondría un mayor trabajo quirúrgico, pero no se le "habló" de los riesgos de los resultados. Sí se le mencionó la posibilidad de que fuera necesaria una segunda intervención para efectuar retoques en función de cómo quedara la primera.

De hecho, un mes después de la operación, la chica solicitó otra intervención puesto que no estaba satisfecha con los resultados, ni del aumento de mamas ni de la adominoplastia. Así, en noviembre fue intervenida de nuevo, y le sustituyeron las prótesis mamarias por otras de mayor tamaño.

Pero, a los cinco meses, en abril de 2007, comenzó a notar un empeoramiento de los resultados. Acudió a la consulta y le propusieron una tercera intervención, de reducción mamaria y corrección de la cicatriz en el abdomen.

En agosto le indicaron que los resultados de las operaciones podían considerarse satisfactorios en un 70 por ciento pero la joven, descontenta con los mismos, se sumió en una crisis de ansiedad y angustia y acudió a otra consulta, donde le aseguraron que el resultado de las intervenciones era "claramente mejorable".

FALTA DE INFORMACIÓN

Por todo lo anterior, la paciente alegó falta de información sobre el proceso quirúrgico, técnicas, alternativas, complicaciones y riesgos, por lo que reclamó una indemnización de más de 84.600 euros, derivados del importe de las operaciones realizadas y de la necesaria para mejorar los resultados, de los días de hospitalización y curación, y de las secuelas que le quedaron, tanto perjuicios estéticos como daños morales.

La sentencia, --que señala que tanto el aumento de mamas como la adominoplastia son intervenciones de cirugía plástica, es decir, medicina satisfactiva, voluntaria e innecesaria pero en las que la información al paciente tiene aún más relevancia-- destaca que en el caso de la primera operación no se comentó a la paciente la posibilidad de que se produjera 'doble burbuja' o 'doble surco', mientras que en la segunda la información suministrada fue "adecuada y suficiente".

Con ello, el juzgado entiende que el doctor encargado de la operación privó a la joven de la "libertad de decidir", ya que si hubiera sido consciente de la posibilidad de que apareciera el 'doble surco' podría haber decidido no someterse a la intervención o buscar otras opiniones.

Por ello, condena al centro de cirugía plástica y a sus responsables a indemnizar con la cantidad de 30.361 euros a la paciente.